Dentro de la Campiña y en las proximidades de la capital, se encuentra esta ciudad, situada sobre el borde más occidental de la serie de colinas o alcores que accidentan y dan nombre a esta zona.
El Río Guadaíra, que lo atraviesa, unido a la suave irregularidad del suelo, contribuye a imprimirle un carácter altamente pintoresco dentro de la escasa variedad del paisaje del valle medio del Guadalquivir.
Población con una historia muy antigua, cuenta con numerosos monumentos de gran interés, como el Castillo, el Castillo de Marchenilla, el Puente Romano, la Casa del Pósito, el Palacio de Gandul,la Iglesia de Santiago, la Iglesia de San Sebastián y Los Molinos de harina a orillas del río.