La noble y leal ciudad de Alcalá la Real, según reza en su título, está situada al sur de la provincia, en la confluencia con las de Córdoba y Granada, sobre una amplia meseta dominada por el Cerro de la Mota, en el centro de una comarca montañosa cubierta de olivares.
A los pies de la famosa Fortaleza de la Mota y de las murallas circundantes, Monumento Nacional desde 1931, se extiende la ciudad de Alcalá la Real, con su estructura urbana de origen árabe, sus calles empinadas abigarradas de casas, repleta de sorpresas, casas señoriales, iglesias y detalles arquitectónicos, muestras de su esplendor y de su rico pasado histórico. La Iglesia de Consolación, la de Santo Domingo, la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, la Iglesia de San Juan Bautista, el Palacio Abacial, el Ayuntamiento y la Fuente del Pilar de los Álamos son ejemplo de ello.
Desde el mirador del barrio de Las Cruces, el visitante puede disfrutar de una magnífica vista de Alcalá la Real y su antigua ciudad fortificada.