En el marco histórico de la cristianización de Granada tras la conquista llevada a cabo por los ejércitos al servicio de los Reyes Católicos en 1492, tiene lugar un proceso de adaptación arquitectónica y urbanística de la ciudad a los valores del nuevo estado. Esta incide en diversas áreas urbanas, con la progresiva sustitución de mezquitas por iglesias, la trasformación de la antigua Madraza en sede del Cabildo y el establecimiento de nuevos espacios que, como el monasterio de Santa Isabel la Real, la Capilla Real y el Hospital Real, afianzan y glorifican la figura de la nueva monarquía y las instituciones religiosas del Estado.
En 1504 los Reyes Católicos ordenan la construcción de un hospital en Granada que pasará a convertirse en el tercer Hospital Real, tras los de Santiago de Compostela y Toledo.
Aunque su diseño se encarga al arquitecto gótico Enrique Egas, el edificio cuenta con buenos ejemplos de elementos platerescos, renacentistas y barrocos, por finalizarse la construcción más de 150 años después de la orden de su construcción.